Gestión del Estrés en Ámbitos Profesionales
Si tu profesión te obliga a pasar muchas noches fuera de tu casa y lejos de tu familia, entonces no te pierdas este post.
Y si no es así, en todo caso te invito a que te quedes…
¿Qué te parece descubrir 7 estrategias mentales que pueden ayudarte a gestionar mejor el estrés y la preocupación y tener más bienestar emocional?
¿Y si te dijera que la última es la más importante?
Un secreto que solo aconsejo a mis clientes en consulta…
¿Te gustaría tener el privilegio de conocerlo y probarlo?
Entonces quédate conmigo porque prometo desvelártelo hoy, aquí, en este post…
Estás a tan solo 5 minutos de descubrirlo…
Y por supuesto… quédate hasta el final porque tengo un regalito para ti… calentito calentito…
Te va a encantar…
Antes que todo déjame saludar a mis amigos de una conocida empresa de logística. Una organización que ofrece servicios a los transportistas para que nada les falte en sus rutas. Que puedan dedicarse a su profesión de Chofer con las menores preocupaciones posibles.
Precisamente, consecuencia de ese loable interés de la empresa, surgió una pequeña colaboración que me llevó a hacer este post, sin ánimo de lucro, con el fin de analizar sus circunstancias profesionales y encontrar los mejores consejos para el cuidado de la salud emocional de este colectivo.
Verás, los transportistas profesionales de largo recorrido pasan mucho tiempo fuera de casa: un promedio de 292 noches al año.
Se trata de una profesión fuertemente masculinizada, con unas consecuencias importantes desde el punto de vista psicológico. Tal vez nos parezca normal y lo tengamos asumido culturalmente, pero visto desde la perspectiva de género, la cosa no deja de ser merecedora de análisis.
Imagina ser padre y tener que sacrificar tu paternidad, por ejemplo, y ver tus hijos crecer, o tal vez perderte el mismo parto, por atender responsabilidades de trabajo. No participar en fiestas de cumpleaños, o incluso no poder llegar a tiempo en Navidad, cómo pasó en 2020 el año de la pandemia, a los transportistas retenidos en el reino unido.
Por mucho que nos parezca obvio, hay muchos padres que no desean todo esto: la mayoría, si no todos. Que puestos a elegir preferirían ver sus hijos crecer, apoyarles con los deberes, llevarles a urgencias en caso de caerse de los patines, o cortarse con un cutter, ver sus partidos de fútbol, recogerles de los bares en edad adolescente, o atenderles cuando están mal.
De ahí pueden surgir muchas preocupaciones y dificultades a la hora de gestionar el estado de ánimo y las relaciones familiares.
Sus trayectos suelen durar alrededor de 8 días entre ida y vuelta: imagina, estar fuera toda la semana, volver, pasar una o dos noches en casa y otros 8 días fuera…
Recorren un promedio anual de entre 120 y 130 mil kilómetros… No sé cuantos kilómetros harás tú con tu coche cada año, pero yo cómo mucho unos 20 mil. Hacen en un año lo que tu y yo hacemos en seis…
O Mejor dicho, en dos meses hacen todos los kilómetros que nosotros hacemos en un año.
Además, se trata de un colectivo profesional muy numeroso. Piensa que tan solo en España hay unos 330 000 conductores de mercancías asalariados.
Con una responsabilidad social muy grande sobre personas y mercancías: no olvides que conducen medios muy pesados y en carreteras, dónde circulan otras personas y vehículos.
El cuidado de la salud mental y emocional para este colectivo es fundamental si pensamos en las posibles consecuencias de errores y accidentes que pueden derivar de ello.
La empresa que llegó a contactarme ha mostrado una sensibilidad exquisita en este asunto, con una iniciativa puntera e innovadora. No podía no colaborar en semejante proyecto.
Pero, ¿Cuáles son las 7 rutas mentales que pueden ayudar a gestionar los distintos estados emocionales que pueden derivar de las consecuencias de ejercer esta profesión?
Vamos a ellas:
- Tener su propia rutina de tiempos y secuencia de hábitos: partimos del principio que lo obvio es de muy difícil cumplimiento para este colectivo (ejercicio físico cuando se pueda, dieta equilibrada en la medida de lo posible, control de las pautas de sueño, y actividades sociales). Pero esto no quita que cada viaje y cada trayecto, por muy distinta que pueda ser la ruta y los horarios, requiere en todo caso una preparación, una ejecución, unas paradas, y unas actividades asociadas. Es muy importante personalizar la rutina con actividades que puedan realizarse según un orden y una estructura. A lo mejor los tiempos y los horarios no serán iguales en cada ruta pero, al menos, se tendrá la sensación de que hay elementos constantes que hacen sentir algo más familiar tanto el viaje cómo la estancia fuera de casa. De esta manera se puede tener más cordura a la hora de afrontar los imprevistos ya que la persona dispondrá de planes alternativos. Tendrá una mayor sensación de control sobre su vida: contrariamente, el peso psicológico que pueden asumir los acontecimientos nuevos y los imprevistos, supondrán una sensación de descontrol y de sentirse a la merced de los acontecimientos. La sensación de control es uno de los principales elementos que transmiten a una persona seguridad y confianza. Y las rutinas tienen un peso fundamental a la hora de forjar la sensación de control. Teniendo una rutina, se podrán incluir las sucesivas actividades que menciono.
- Actividades de Concentración: todo lo que supone aprender algo, puede considerarse una actividad de concentración. Desde un idioma, estudiar un curso, fotografía, pintar, aprender a bailar, patinar o tocar un instrumento. Tal vez sea difícil recibir unas clases de salsa mientras se realiza una ruta. Pero esto no quita que en los momentos de pausa, una persona no pueda aprender a tocar una guitarra o hacerse un curso de alemán on line. Esto mantendrá el cerebro activo y permitirá a la persona centrarse en algo útil en los momentos de soledad. Ayudará a aprovechar el tiempo y evitar que su cabeza conecte con elementos de preocupación. Centrar la mente a través de la concentración es un recurso que los meditadores Zen descubrieron hace cientos de años. Un poderoso recurso para cultivar la disciplina y la paz mental. Mientras la mente está ocupada en aprender, es difícil que se disperse preocupándose de aquello que la puede atormentar.
- Actividades de Distracción: al igual que la concentración, la diversión es otra forma de ocupar la mente para que no se preocupe. En este caso se trata de todo lo contario de la concentración. Es decir, dejando rienda suelta a lo que a uno le gusta. Mientras se disfruta haciendo algo que nos gusta, es difícil que las preocupaciones se apoderen de nuestra mente. Esto es un recurso particularmente socorrido cuando nos sentimos presas de pensamientos negativos. Desde películas a música, o incluso ver Instagram, pueden considerarse actividades de distracción. Se ha comprobado, por ejemplo, que los videojuegos son un potente antiestrés por su capacidad de distraernos de los problemas y a la vez centrar nuestra atención. Siempre y cuando esta distracción se asocie a hábitos saludables y no implique conductas adictivas, bienvenidas serán para aliviar la carga emocional.
- Actividades Creativas: son una derivación de las dos anteriores actividades. Actividades gráficas, plásticas, musicales, fotográficas, incluso grabar vídeos de Tik Tok. Todo lo que supone creatividad, tiene un gran poder de absorción de nuestra atención, lo cual ofrece un efecto relajante, a la vez de conectarnos con la sensación de haber hecho algo productivo y tener un resultado tangible.
- Actividad Física: nada impide a un “camioner@” bajarse una aplicación con tablas de ejercicios tipo Crossfit, o Workout, o correr durante el tiempo libre. No hace falta que me extienda sobre el poder que tiene el ejercicio físico de liberar endorfinas, unas de las principales hormonas asociadas al bienestar.
- Planes de Futuro: planear el futuro es uno de los recursos que mejor ayudan a superar un momento de aburrimiento o malestar. Nos conecta con la esperanza de que las situaciones mejoren, , nos transmite ilusión y permite sociabilizar de una manera productiva y agradable. No es lo mismo que aproveches las conversaciones con tu pareja a miles de kilómetros de distancia para planear lo que haréis el día en que vas a volver, o en las vacaciones próximas, en lugar de llenar tu mente con cotilleos y preocupaciones de uno y de otro. Esto no impide que en determinados momentos no se hable de lo que a uno le preocupa. Pero hay que medir muy bien las dosis y los tiempos que se dedican a conversaciones improductivas y negativas. Esto nos lleva al último punto.
- Conversaciones Saludables: es importante que en los momentos en los que se está distantes, se hable de cosas livianas, ligeras y fácil de “digerir” emocionalmente. Asuntos que una vez terminada la llamada, no acaben pululando por nuestras mentes durante las horas sucesivas. Es importante acordar muy bien esto con la pareja. Y pactar que los problemas y cuestiones importantes que no suponen urgencia, se traten en la manera de lo posible a la vuelta. Viéndose la cara es mucho más fácil entenderse y evitar malos entendidos que pueden derivar en preocupaciones inútiles, sobre todo porque devuelven esa sensación de estar distantes y no poder tener control sobre la situación. Tampoco es recomendable convertir el tiempo de vuelta a casa en una rutina de problemas y fuegos que apagar: sería muy desagradable y esto puede hacerle venir a uno las ganas de no volver, directamente. El tiempo juntos ha de ser un tiempo de calidad y bienestar en la medida de lo posible.
Te puedo decir que este último punto es el más importante y el que menos se respeta. De hecho, la misma distancia puede llevar a una de las dos partes a sufrir la falta de atención y generar preocupaciones. Y sentir la necesidad de hablar de lo que le preocupa en los pocos momentos que tienen de conversar.
En este caso aconsejo ir un poco en contra de lo que te pide el cuerpo. No convertirse en una persona “tóxica” para la pareja, ya sea ésta la que se queda en casa, cómo la que se vaya de ruta. Para ello es importante educarse en un autodiálogo saludable.
He dejado este elemento al final de la lista porque es también el principal indicio de la necesidad de recurrir eventualmente a la ayuda de un profesional de la psicología en los casos en los que una persona no logre producir un autodialogo saludable, le cueste mantener disciplinada la mente fijando el foco en pensamientos positivos, o sufra los efectos de una comunicación “tóxica” con su pareja.
En todos estos casos, no lo dudes. Un psicolog@ no es más que un profesional que te entrena a enfocar la mente hacia dónde más te cuesta tenerla.
Dicho esto…
¿Qué te parece?
Si eres profesional del transporte ¿Aplicas estas “rutas mentales”?
Si no las aplicas, ¿Qué dificultades tienes?
¿Qué te lo impide?
¿Escríbeme en los comentarios?
Me encantaría ayudarte, de verdad…
En todo caso, te animo a probar y contarme los resultados.
Y si no eres profesional del transporte, ¿Crees que estos consejos pueden aplicarse a tu situación?
Y desde tu experiencia: ¿Hay alguna otra estrategia que aplicas y que tal vez no haya mencionado?
¿Cuál?
Escríbemela en los comentarios.
Conoces alguien a quien pueden ayudar estos consejos pueden Y que lo des a conocer a más personas.
Comparte este post con alguien: seguro que tu y yo juntos, podemos ayudar a muchas personas.
Y ahora el regalo…
¿Qué te parece una infografía GRATIS con 10 preguntas de oro para escoger cuál es la mejor estrategia que puedes usar para gestionar tu estrés?
Si, porque el estrés nos ataca de tres maneras diferentes: y según la manera que tienes de padecer las consecuencias, una estrategia te vendrá mejor que otra.
Es un material que normalmente sólo entrego a mis alumnos del Curso On Line que imparto sobre Gestión del Estrés y las Emociones en Entornos Profesionales, con la Universidad de Murcia.
Está dirigido a todo tipo de personas.
Te dejo más información aquí en este enlace por si te interesa.
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Hasta pronto.
