El programa formativo arrancó el pasado Martes 17 de Abril en el marco de la colaboración que el Psicólogo Italiano tiene desde hace ya 6 años con la Función Pública.
El grupo, constituido por 25 altos cargos de consejerías, ayuntamientos y mandos de policía, afrontará 20 horas formativas centradas en los cambios de métodos y hábitos de trabajo que están impulsando las olas tecnológicas de la 4ª Revolución Industrial.
La formación se centrará en proveer de metodologías para identificar y gestionar el talento en este nuevo entorno, los métodos de gestión de equipos y organización productiva para integrar y aprovechar las oportunidades que ofrecen los perfiles millennials y knowmads, así como las nuevas actitudes y habilidades de gestión que han aprender las generaciones con mayor antigüedad para seguir permaneciendo productivas y ofrecer al ciudadano un servicio a la altura de sus necesidades y expectativas.
El programa consta de los siguientes módulos:
- De la Modernidad Líquida y la Singularidad: El marco de trabajo en la era la Cuarta Revolución Industrial.
- Estrategias de toma de decisiones en entorno inciertos
- Gestión de la Incertidumbre y Fomento de la Cultura del Cambio
- Productividad y Corrección de Disfunciones de Equipos en entornos de Cambio
- El Liderazgo de Personas en entornos VUCA
En su discurso de la sesión inicial Roberto Crobu declaró:
“La disrupción ofrecida por la IA, el IoT, la Robotización, la Bio y la Nano tecnología provocarán una inminente saturación de información que está poniendo en seria crisis la capacidad cognitiva de las personas en entornos de trabajo: tomar decisiones se vuelve cada vez más incierto, y las decisiones que asumimos suelen tener un plazo de caducidad cada vez más corto. En este escenario, los ciudadanos a su vez cambiarán con mayor rapidez sus gustos, necesidades y demandas, disponiendo de tecnologías y hábitos de vida que exigen por parte de la administración una mayor inmediatez y eficacia. Todo servicio que no apueste por una considerable simplificación administrativa y cuyos mandos no sean capaces de tomar decisiones incluso arriesgadas hacia la innovación, liderando desde el corazón y el pragmatismo, provocarán un rápido colapso de los servicios. En una época en la que las personas van a iniciar a competir contra las máquinas que demuestran mayor capacidad de procesamiento, memoria y precisión en la toma de decisiones, y en la que el ciudadano demanda cada vez mayor eficiencia e inmediatez, la administración y las empresas en general no pueden permitirse que las mismas personas que las dirijan se conviertan en el principal impedimento a la productividad y la eficiencia. La competitividad de los países pasará necesariamente por implantar formas y metodologías ágiles de administración y por personas valientes que no teman tomar decisiones y asumir responsabilidades: ante la velocidad del cambio, la parálisis o el retraso en la toma de decisiones se convertirá en el principal factor de fracaso y declive de empresas, administraciones y países enteros”.