…Sin caer en su bucle tóxico
¿Conoces a personas con tendencia a acusar a los demás de sus males?
¿Te visto alguna vez involucrad@ en alguna discusión con alguien que te ha hecho sentir culpable de algo?
¿Te siente a menudo con la necesidad de disculparte o justificarte por lo que hiciste?
Entonces es posible que hayas entrado en el bucle tóxico de una persona con tendencia a acusar.
¿Te gustaría saber cómo manejar esta situación?
¿Cómo romper con el bucle tóxico?
¿Sentirte más libre y menos culpable?
Entonces no sabes cómo me alegra que hayas dado con este post.
Sigue adelante porque al final te regalaré un test para diagnosticar el nivel de toxicidad de tu relación.
Pero, antes de ello, es importante que sepas que las relaciones tóxicas se gestan por la responsabilidad de todas las partes que las componen. Esto significa que, aun sin saberlo o sin ser consciente, es posible que tu manera de actuar y responder a una persona con tendencia acusadora, sea justo lo que esté alimentando este bucle.
No esperes por tanto que la otra persona cambie. Es cambiando tu respuesta, cómo podrás tener más probabilidades de romper ese bucle.
Antes que todo es bueno que sepas que las personas acusadoras y las personas que tienen alta deseabilidad social (es decir personas que buscan y valoran la aprobación de los demás) se suelen buscar mutuamente.
Una persona Acusadora es alguien que tiene tendencia a cargar (o descargar) las responsabilidades a otra personas. Por otro lado, una persona con alta deseabilidad social suele encontrar en la asunción de responsabilidades una oportunidad y un incentivo para obtener el reconocimiento que busca.
A partir de aquí, ambos se necesitan. Y cómo se necesitan, dan lugar a un tácito acuerdo emocional por el que la acusadora exigirá la cumplidora, y la cumplidora tratará de complacer a la acusadora para obtener reconocimiento.
El problema surge cuando el reconocimiento nunca es suficiente. O cuando el resultado de la cumplidora nunca es suficiente o no llega al estándar de la acusadora.
Las dos personas entonces dan lugar a un juego emocional desgastador que, paradójicamente, estrecha la relación mientras las dos partes inician progresivamente a soportarse menos.
Digamos que cuanto más se desgastan individualmente en este juego, más se necesitan.
Esto sucede mucho en ambientes de trabajo, en pareja y en las relaciones entre padres e hijos.
¿Te ha pasado a ti alguna vez?
¿Te gustaría conocer el nivel de toxicidad de la relación?
¿Quieres bajarte el test para hacer un autodiagnóstico?
Verás lo útil que te va a resultar una vez que lo pruebes y extraigas los resultados.
Es un contenido de alto valor por el que mis alumnos pagar para acceder a ello. Pero en esta ocasión, de manera extraordinaria, y durante un periodo limitado de tiempo, lo dejaré tu disposición. Si quieres bajártelo, gratis, haz click en este enlace.
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