Cómo Hackear tu Procrastinación

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Desactivarla, controlar tu agenda y tomar las riendas de tu vida

¿Te afecta la procrastinación?

¿Suele pasarte de aplazar una y otra vez tus tareas y al final no realizarlas?

¿O simplemente esperar al momento en que la prisa o el miedo a lo que “dirán de ti”, se conviertan en los “parches” para hacer las cosas y reparar el roto?

¿Sientes impotencia y no sabes por qué te sucede ni cómo evitarlo?

Lo que voy a desvelarte a continuación entonces te va a interesar.

Después de este vídeo sabrás reconocer que características de tu forma de pensar activan el modus operandi de la procrastinación.

Y algo más interesante aun, te contaré 5 trucos para evitar que esto suceda.

¿Qué te parece?

Entonces ¿qué?

¿Te quedas conmigo en los próximos minutos?

Y al final te prometo un REGALO que podrás descargarte para ayudarte a reducir tu tendencia a la procrastinación.

Vamos a iniciar…

No sin antes recordar que el material a continuación es una continuidad de mi curso de Organización Personal y Gestión del Tiempo que imparto para la Universidad de Murcia.

https://casiopea.um.es/cursospe//organizacionpersonali.f

No hay edición de mis cursos de organización personal y gestión del tiempo en los que no sale el tema de la procrastinación. Yo lo comparo a un “resfriado de nuestro sistema motivacional”.

Lo que ocurre que a algunos el resfriado se le convierte en crónico. Y es por eso que con el tiempo me he convertido en un psicólogo especialista en curar resfriados de “procrastinación”.

En los últimos años he atendido y formado a más de 2500 personas. Y la cantidad de recursos e ideas que han salido para tratar la procrastinación está permitiendo que tan solo en Youtube, creo haber acumulado una decena de vídeos y más de 5 horas de charlas y recursos extra sobre este tema.

Y su puedo hacerlo es gracias a mis alumnos que saludo y agradezco desde aquí.

Me encanta ayudar a las personas en su organización personal.

Y más aun, que me cuenten como aplican las enseñanzas y cómo avanzan con ellas.

Así que me espero lo mismo de ti en la caja de comentarios.

Y te invito a que te hagas portavoz de esta misión mía.

Pero, antes de iniciar… Piensa dos o tres personas que conoces, con las que compartiste en algún momento la misma inquietud sobre la procractinación.  

Te invito a que le compartas este post ahora mismo antes de seguir. Tú y yo podemos ayudar a muchas personas. Al menos darles ideas: así que te invito a que compartas esto antes de que se te olvide.  

Pero, no procrastinemos más la llegada de esa valiosa información para ti.

Vamos allá…

Nuestra mente no es muy distinta de un software.

Funciona a través de programas que permiten una serie de respuestas de acuerdo con unos algoritmos.

De hecho, hay programas mentales que se activan de acuerdo con una serie de condiciones.

Cuando estas condiciones coinciden en un orden concreto, cómo si fuera una combinación que abre un candado, los programas se activan.

En efecto, la procrastinación es un programa mental que se activa por efecto de una serie de variables concretas.

Hay elementos y factores mentales que incentivan la activación de la Procrastinación cómo programa mental.

Se trata de tendencias de la mente a funcionar de una determinada manera.

Si conocemos cuáles son las condiciones que activan la procrastinación, podremos gobernar su funcionamiento.

Podríamos incluso, tener el control de algunas de estas condiciones para “manipularlas” a nuestro antojo con el fin de evitar la activación del programa de la procrastinación.

Es muy probable que algunos de estos factores los estés cultivando con tu forma de pensar y es por esta razón que tal vez te sientas atrapad@ en la procrastinación.

¿Quieres descubrir cuáles son esos factores?

Y sobre todo…

¿Te gustaría comprobar si tienes tendencia a alimentar estos factores?

Y si te cuento que existen una serie de recursos que puedes aplicar a modo de “antivirus” mental para neutralizar la procrastinación

¿Quieres que te desvele cómo hackear la procrastinación y desactivar así este programa?

Los 5 mejores amigos de la procrastinación y que la disparan hacia niveles desorbitados son:

  1. Incertidumbre en los resultados: plantear actividades cuyos resultados son inciertos o poco probables. Esto ocurre en muchas ocasiones. Sobre todo cuando son otras personas que nos mandan las tareas pero nosotros no tenemos el mismo convencimiento acerca de los resultados que pueden producir. También suele pasar cuando hemos de atender obligaciones protocolarias que, en el fondo, intuimos que no surtirán los efectos deseados. Por no hablar de todas esas actividades que se emprenden románticamente con nostalgia de tiempos mejores pasados. En este lote podemos incluir las acciones happy basadas en el pensamiento mágico, la superstición, la psicomagia o el adoctrinamiento de teorías y filosofías que una persona puede considerar obsoletas y trasnochadas. En el fondo, todo esto tiene en común la escasa confianza de que las acciones planteadas conduzcan a unos resultados deseados.
  2. Lejanía de la recompensa: cuando se piensa que la recompensa por el trabajo o actividad a realizar será excesivamente lejana. Por lo que al final la mente prefiere enfocarse en recompensas a corto plazo, aunque sean menores. Imagina tener que realizar un trabajo con un plus de objetivos a los tres años, en el supuesto de cumplirse los plazos. Claro, es un supuesto. No sabemos si vendrá una pandemia a fastidiarlo todo. Tal vez para ti tres años, según el momento en el que estás en tu vida pueden ser pocos o muchos. Imagina que tienes por otro lado la previsión de que tu hijo irá a la universidad dentro de un año y que, debido a ello, os queréis desplazar a otra ciudad porque ya no va a ser necesario vivir cerca de su instituto. Y que ese traslado te acercaría más a tus padres, pero sería difícilmente compatible con ese trabajo. Tal vez inicialmente optes por asumir el trabajo pero, posiblemente, con el tiempo el tiempo, consciente o subconscientemente, dejarías de invertir emocionalmente en las actividades relacionadas con ese trabajo porque en el fondo esa recompensa económica a tres años no suple tu ilusión/ necesidad de estar cerca de tus padres.  
  3. Ambigüedad en las ideas: cuando las ideas con las que planteamos nuestros proyectos y accione son poco concretas y desenfocadas. Por ejemplo: imagina un proyecto articulado de fases en las que hay que definir claramente cómo proceder. La secuencia de acciones, un calendario, quien las realiza,  el orden, el tipo de entregable, la calidad de acabado, los detalles estándar y las opciones. Tal vez eres una persona a la que le gusta más la improvisación. Tienes una idea vaga sobre cómo hacerlo, pero a tu mente en el fondo le faltan detalles e inputs para mandar la orden de arrancar. Y al final nunca inicias el proyecto porque no has definido claramente todos los detalles necesarios. Será natural que tu mente te protegerá de lanzarte al vacío, activando el programa de la procrastinación para disuadirte.  
  4. Complejidad de pensamientos: de esto ya hablé en otro post. Si en el caso anterior tratamos con ideas difusas y desenfocadas, aquí nos encontramos con una red espesa de pensamientos que enturbia y ofusca nuestra mente y no le permite avanzar. Sucede a menudo cuando dudamos acerca de lo que hay que hacer. O nos preocupa mucho, lo cual nos hace pensar y analizar tanto las cosas que llegamos a la parálisis por análisis. O existen pensamientos/ sentimientos encontrados asociados a las distintas ideas que rodean la posibilidad de realizar aquella tarea o de obtener ciertos resultados. Las eventualidades futuribles se apoderan de ti. Y si, y si, y si, y si… Imagina emprender un proyecto empresarial. Pero fijándote en la coyuntura parece que un montón de amenazas acechan… y al final lo guardas en un cajón. Luego resulta que otros lo hacen y triunfan. Simplemente porque actuaron por encima de sus complejas y articuladas especulaciones.
  5. Dificultad en las acciones: cuando lo que tienes que hacer requiere unas destrezas o conocimientos que no tienes. Tienes que formarte para ello, entrenar, o realizar un esfuerzo que requiere bien concentración mental o simple esfuerzo físico. Entonces lo dejas de lado porque hay otras cosas más sencillas y fáciles a las que puedes dedicarte. Imagina aprender a patinar, o bailar tango, o volar en parapente. Tal vez te encanta la idea, pero lo ves tan difícil que crees que nunca lo lograrás. Y al final lo aplazas.

Incertidumbre en los resultados, lejanía de las recompensas, ambigüedad en las ideas asociadas a la tarea, complejidad de los pensamientos asociados a la tarea, y percepción de dificultad en las acciones a realizar conectarán tu mente la conveniencia de aplazar la tereas que te propusiste.

¿Qué te parece?

¿Reconoces alguna de ellas que influye en aquello que estás aplazando reiteradamente?

Cuéntamelo en los comentarios y veré como ayudarte.

Ahora bien, ¿te gustaría conocer cómo hacker y desactivar la procrastinación?

Entonces, añade los siguientes ingredientes atu manera de pensar:

  1. Certeza en los resultados: define muy claramente cuáles son los resultados que vas a obtener con certeza. Lejos de eventualidades y condiciones que pueden variar a lo largo del proceso. Por ejemplo: un trabajo no necesariamente te dará acceso al plus de productividad, pero a lo mejor puede contribuir a tu marca personal, o permitirte aprender algo importante. Valora si eso solamente te merece la pena, más allá de los resultados eventuales y solamente posibles o deseables.
  2. Inmediatez en las recompensas: busca que recompensas a corto plazo te brinda la actividad a realizar. Si no es posible encontrar ninguna, tal vez tengas que redefinir el plan en etapas. Por ejemplo, en lugar de un incentivo a los tres años, tres incentivos menores, pero uno cada año. Separa, recorta y reparte la recompensa si crees que esto puede favorecer tu interés y motivación en la tarea.  Tal vez te des cuenta de que no te compensa, o tal vez sí. Lo importante es que pruebes a establecer un plan de recompensas más inmediatas. Tal vez con ese dinero que ganes cada año, en lugar de esperar tres años seguidos, puedes plantearte viajar a ver a tus padres varias veces al año, además de comprar esa moto que tanto de apasiona. Y tal vez esto sea suficiente como para lanzarte y desactivar tu procrastinación.
  3. Claridad en las ideas: toma tu tiempo para reflexionar sobre los proyectos. Definir más claramente los objetivos. ¿Conoces el protocolo PAREMOS para definir proyectos y planes de acción? Esto daría mucha más claridad a la hora de saber cual es el primer paso que tienes que dar. Y a veces, lo único que nos separa de ver nuestras acciones completadas, es simplemente dar el primer paso. Es muy probable que todo lo demás venga solo.
  4. Sencillez en los pensamientos: crea frases cortas. Aprende a pensar en twitts. Sujeto verbo complemento y punto. Usa el menor número de comas. Piensa en tiempo presente y modo indicativo. Nada de conjuntivos, subjuntivos o condicionales. Separa conceptos diferentes. Esto te dará esclarecimiento y facilidad para actuar y dar ese primer paso.
  5. Facilidad en las acciones: separa las acciones a realizar para ejecutarlas en pequeños pasos más asequibles. La dificultan no es más que la percepción de un entramado de cosas fáciles que se juntan y hacen pensar en una unidad más difícil. ¿Cómo se come un hombre a un elefante? Es obvio, Bocado a bocado. Tal vez la pregunta te induzca pensar en que comerse a un elefante es difícil e imposible. Pero nadie ha dicho que haya que hacerlo en una sola sentada y de un golpe. Atomiza las acciones y simplifica. Verás cómo lo difícil se tornará más asequible.

¿Qué te parece?

Interesante ¿verdad?

Y tú: ¿aplicas este hack? ¿Crees que te puede ayudar? ¿Te ves con capacidad para hacerlo?

Aplica estos 5 Hacks y descubrirás cómo hackear la procrastinación.

Si tienes alguna duda, escríbeme en los comentarios y trataré de ayudarte.

Recuerda: separa y vencerás.

Vencer la procrastinación es hacer más sencillo lo complejo, más asequible lo difícil, y más inmediato lo lejano.

Imagina cómo sería tu vida si lograras finalmente hacer aquello que sistemáticamente te encuentras aplazando día tras día.

Llegar al final del día con esa sensación de satisfacción y, finalmente descansar.

Callar ese pepito grillo en la consciencia que constantemente nos reprocha por no estar haciendo aquello que aplazamos.

¿Te sentirías más productiv@ y eficaz? ¿Verdad?

Te parecerá un sueño, ¿verdad?

Pues no lo es.

Lo puedes lograr con este método.

Te aseguro que algunos de mis alumnos ya están teniendo estas sensaciones.

Me tienes que perdonar pero ahora he de hacerte una pregunta…

Ahora que lo sabes… ¿qué piensas hacer?

Me encantaría que me lo dijeras en los comentarios.

Te invito a probar y contarme los resultados.

Y que lo des a conocer a más personas.

Comparte este post en tus redes sociales.

Es gratis, tal y como lo ha sido para ti el acceso a este contenido de alto valor. 

No te olvides que este contenido se basa en mi curso de Organización Personal y Gestión del Tiempo que imparto para la Universidad de Murcia.

https://casiopea.um.es/cursospe//organizacionpersonali.f

Y al respecto quiero homenajear tu paciencia por haber leído hasta este punto, dándote acceso a una infografía con el método PAREMOS para definir objetivos, que te ayudará a tener ideas más clara para pasar a la acción, y reducir la complejidad de tus pensamientos.

Accediendo a este enlace y poniendo tus datos, podrás bajarte el ejercicio.

https://comodefinirobjetivos.gr8.com/

Si quieres ver el vídeo de este post, accede a mi canal de youtube y suscríbete.

https://www.youtube.com/c/Psicolog%C3%ADaTrabajoyBienestar

Hasta pronto.

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