¿Cuántas cumples de ellas?
¿Teletrabajas desde casa?
¿Tenías una idea del teletrabajo como algo muy chulo y conveniente pero la experiencia te ha demostrado lo contrario?
¿Qué tuvo que pasar para que esto sucediera?
¿Pensabas que el teletrabajo iba a darte más tiempo para ti y al final te has dado cuenta de qué tienes menos tiempo que antes?
¿Y si te digo que todo esto depende de 5 condiciones previas que has de respetar para que el teletrabajo realmente te realice cómo persona y profesional?
¿Quieres saber cuáles son esas 5 condiciones?
Te las voy a desvelar en seguidita.
Quédate hasta el final porque en este post te vas a llevar 2 grandes premios:
- Valorar si el teletrabajo realmente te conviene para realizarte cómo personas y profesional.
- El acceso a un vídeo que te ayudará a organizar y priorizar tus tareas en teletrabajo.
Antes de iniciar, quiero recordar que el material a continuación es la antesala de mi curso On Line de Gestión del Estrés en Teletrabajo y Conciliación Familiar, con la Universidad de Murcia: una magnífica experiencia de aprendizaje de 20 vídeos y entrenamiento para dominar una serie de técnicas y estrategias para gestionarse mejor en teletrabajo y disfrutar de la familia.
https://casiopea.um.es/cursospe//gestionestresteletrabajo.f
Pero, antes de iniciar… quiero preguntarte:
¿Cuántas personas conoces que teletrabajan?
¿Cuántas te han manifestado que no están contentas o que ahora se estresan más?
Te invito a que le compartas este post ahora mismo antes de seguir. Tú y yo podemos ayudarles.
Porque con este vídeo podrán hacer un checkpoint de cuáles son las condiciones que no cumplen y que impiden que el teletrabajo sea satisfactorio.
¿A que estaría genial si esto sucediera?
¿Cómo te sentirías por haber contribuido a semejante logro con tan poco esfuerzo?
Así es cómo me siento yo muchas veces y por eso que me encanta divulgar gratuitamente estos contenidos.
Ese esfuerzo puede significar muy poco para tí y mucho para otros. Así que comparte, comparte, comparte, que es GRATIS.
Verás, teletrabajar ni es para todos, ni es para para todas las ocasiones de la vida.
Hay una serie de prerrequisitos que se tienen que dar para que el teletrabajo te realice como persona y profesional y son de 3 tipos:
- Organizacionales, que dependen de la estructura del trabajo de la empresa en la que estamos integrados.
- Logísticas, que dependen de las condiciones de espacio-tiempo en las que hay que realizar el trabajo.
- Personales, que dependen de la actitud y las cualidades humanas de la persona que teletrabaja.
Presta mucha atención a lo que viene a continuación.
Es muy probable que estés cometiendo algún error asociado a estas condiciones y que por eso tal vez sientas frustración.
Y que este error te esté llevando incluso a alterar el ambiente familiar, simplemente por no cuidar ciertos aspectos.
… Si logras revertir alguna de las condiciones que no cumples, muy probablemente tu calidad de vida mejorará con mucha rapidez.
Estoy determinado en ahorrarte tiempo y disgustos.
Y a que la relación con tus familiares también mejore.
Vamos a detallar estas 5 condiciones:
- Elección: es la primera de las condiciones. Y no es casualidad. Porque esto no es moco de pavo. Se trata de una condición Personal. La elección que te lleva a teletrabajar tiene que ser libre, personal e intransferible. Este es el principal motivo por el que el teletrabajo puede estar fallando en tu caso. Si no elegiste teletrabajar, es muy probable que esto provoque un efecto en cascada en las restantes condiciones que muy probablemente no cumplirás. Fíjate en lo que ocurrió en la pandemia del Covid19: muchas personas no eligieron teletrabajar. Y a partir de allí, todos los problemas cayeron en cascada, iniciando por el siguiente.
- Espacio: es muy probable que si no elegiste teletrabajar, tampoco tengas un espacio en tu casa para dedicar al teletrabajo. Y por esta razón habrás tenido que o colonizar medio salón, una habitación de juegos de los niños, o la buhardilla donde al final te aíslas y haces que los demás no te vean… con lo que esto implica en el desgaste de las relaciones familiares. El espacio es fundamental: cuando escoges teletrabajar, normalmente es porque dispones de un espacio o previamente pactaste en casa que teletrabajar tendría mejores beneficios respecto a los costes e inconvenientes que pueda provocar. Para teletrabajar necesitas de un espacio que los demás perciban que no se les ha sustraído. Y que tú tampoco creas que has tenido que ceder espacio de tu casa a tu empresa para teletrabajar. Una mesa (de trabajo), una silla cómoda y ergonómica, al menos dos o tres pantallas, cámara de calidad, insonorización, iluminación, impresoras. ¿Qué tal vas con este tema? ¿Dispones de un espacio que no reste oportunidades a ti y a la familia? Si es que no, tal vez sea porque pienses que tu condición solamente atienda a una situación circunstancial. Si es así, entonces tampoco es posible que cumplas con la tercera condición.
- Necesidad: la necesidad que te lleva a teletrabajar no debe de atender a una circunstancia provisional. Por ejemplo: la maternidad/ paternidad, el cuidado de una persona dependiente, una pandemia o un periodo para probar. Esto no funcionará. La necesidad que te lleva a teletrabajar tiene que ser duradera. Porque de otra manera no te responsabilizarás en invertir en todos los recursos y cambios conceptuales, así como tampoco de hábitos que necesitas integrar para teletrabajar de manera saludable. Porque para teletrabajar de manera saludable, necesitarás cambiar tu disciplina, tener una gestión organizacional, y de los tiempos, así como una forma de comunicar muy distinta de la de trabajar de manera tradicional. Esto implica un esfuerzo considerable y un tiempo de adaptación que podrá rondar desde los 6 meses hasta los 2 años, dependiendo de lo que acompañe la cultura organizacional de la empresa a la que perteneces. Si teletrabajas de manera provisional, no solo no harás el esfuerzo y las inversiones de tiempo y ganas en aprender los hábitos de teletrabajo, sino que cuando lo logres, posiblemente, no te resultará rentable porque volverás a trabajar de manera tradicional. Entonces habrás perdido mucho tiempo improductivo.
- Organización: la empresa por la que trabajas, tiene que tener una cultura de la deslocalización. Una forma de liderazgo liberal, no fiscalizador y, sobre todo, una cultura del trabajo por objetivos. El presentismo no funciona. No es cuestión de trabajar un número mínimo de horas, sino de conseguir un número mínimo de resultados que directamente repercuten en el negocio. No se trabaja para complacer un jefe que te diga si lo haces bien o mal, sino para dar una solución a un cliente o al mercado, que genere un beneficio para la empresa. Si la valoración de tu trabajo proviene más de lo que diga tu jefe, en lugar de lo que pueda decidir un cliente, si tu trabajo no es medible en resultados cuantificables en términos económicos o de rendimiento, entonces va a ser muy difícil que teletrabajes de manera madura, saludable y responsable. Porque te sentirás siempre bajo la valoración de un tercero. Sentirás que tu trabajo no defiende a tu posición en la empresa: que los resultados de tu trabajo no balancean la idea (buena o mala) que puedan tener los demás de ti en base a sus impresiones personales. Si sientes que tienes que demostrar constantemente algo a alguien para sentirte bien, estarás sujeto a una presión “paternalista” que a la larga te asfixiará: no te hará sentir cómodo, y no permitirá que tu trabajo hable de ti y contribuya a tu reputación. ¿Cumple tu empresa esta condición? Si es que no, entonces es muy probable que tampoco cumplas la quinta y última condición.
- Madurez Emocional: los sistemas paternalistas crean a personas muy poco responsables, dependientes técnica y emocionalmente de los demás. Pendientes de obtener el reconocimiento y evitar el rechazo. Personas poco discretas, envidiosas, con tendencia a la queja y a la justificación, poco preparadas para la iniciativa, la innovación y el desarrollo de ideas. Trabajar en remoto requiere de ti todo lo contrario: tener iniciativa, ser proactivo, autónomo, discreto, centrarte en las tareas y en los resultados, hablar a través de las acciones y los resultados en lugar de las justificaciones y excusas. En pocas palabras, necesitas la capacidad para autogestionar tu tiempo y emociones, así cómo la proactividad necesaria para resolver tu mism@ los problemas y hacer frente a los muchos momentos de soledad que implica el no tener a un compañer@ al lado a quien recurrir para saber cómo configurar o desconfigurar una función de un programa de gestión documental y firmas electrónicas. Si no tienes estas cualidades, entonces te costará mucho tiempo adquirirlas. No es imposible. Todo lo contario, pero tendrás que valorar si el esfuerzo y el tiempo que necesitas, valdrán la pena y compensarán todos los inconvenientes que al principio puedas estar sufriendo: sobre todo si al incumplimiento de esta condición, se suma a alguna de las anteriores ya mencionadas.
¿Qué te parece?
¿Cuántas de estas condiciones cumples?
¿Cuáles sí y cuáles no?
¿Reconoces ahora el motivo por el cual teletrabajar puede que no te está cundiendo?
¿Crees que es solventable?
¿Merece la pena intentarlo?
¿Sabes cómo lo vas a hacer?
¿Entrevés algún impedimento?
¿Cuál?
Me gustaría a que me lo comentaras en los comentarios, para ver si te puedo aconsejar algo para ayudarte.
Ahora bien, imagino, que sabrás cuál es el error que comete la gran mayoría de la gente…
Suele ser el seguir persiguiendo su ideal de teletrabajo sin cuestionarse si el esfuerzo merece la recompensa posible.
Te lo garantizo: es mejor vivir felices asumiendo uno sus limitaciones cuando ve que tiene que operar demasiados cambios, en lugar de intentarlo y convivir con la frustración constante de no lograrlo.
Después de haber hecho el check list de las 5 condiciones, ¿Crees realmente que el teletrabajo es para ti?
Y ahora que lo sabes: ¿qué vas a hacer?
¿Desistes de intentarlo, o vas a operar los cambios necesarios para teletrabajar más a gusto y plenamente?
Recuerda que cada una de las dos opciones es legítima y es buena en la medida en la que ponga orden y equilibrio a tu vida.
Es tan bonito perseguir un sueño y lograrlo, cómo nefasto, seguir intentándolo cuando la realidad te devuelve resultados contrarios y sin anestesias.
Al respecto, recuerda: no hay cosa peor que perseguir ciegamente un sueño bajo ese halo tan romántico (e irreal) de que no hay límites y si lo quieres lo puedes. Porque la gravedad es un hecho y siempre se impondrá.
Los ideales hacen más daños y víctimas que el pragmatismo.
Pero si quieres, conseguirlo, entonces cuéntame cómo piensas lograrlo.
Quiero ayudarte y ser parte de ese logro.
O al menos testimonio de ello.
Quiero ser el primero en felicitarte cuando lo consigas.
Te invito entonces a probar y contarme los resultados.
Y que lo des a conocer a más personas.
Comparte este post en tus redes sociales.
Es gratis, tal y como lo ha sido para ti el acceso a este contenido de alto valor.
No te olvides que este contenido se basa en mi curso de Gestión del Estrés en Teletrabajo y Conciliación Familiar, con la Universidad de Murcia:
https://casiopea.um.es/cursospe//gestionestresteletrabajo.f
Y al respecto quiero homenajear tu paciencia por haber leído hasta este punto.
¿Qué te parece un vídeo donde te explico cómo organizar y repartir tareas en condición de teletrabajo?
Algo que es muy distinto de la organización en el trabajo tradicional.
Lo comprobarás.
Es material muy novedoso y exclusivo sólo para el teletrabajo, que no encontrarás en otras partes.
Accediendo a este enlace y poniendo tus datos, podrás acceder a la clase.
https://organizartareasenteletrabajo.gr8.com/
Si quieres ver el vídeo de este post, accede a mi canal de youtube y suscríbete.
https://www.youtube.com/c/Psicolog%C3%ADaTrabajoyBienestar
Hasta pronto.
