Cómo Resolver Conflictos

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2 estrategias que debes manejar

Cómo Resolver Conflictos

¿Alguna vez te encontraste en un conflicto que no sabías cómo solucionar?

¿En la pareja, en el trabajo, con los amigos o la familia?

¿Alguien está enfadado contigo y necesitas reconducir la situación?

¿Te sientes culpable y te gustaría ponerle remedio?

¿O tal vez los culpables son otros pero necesitas igualmente reconciliarte con la otra parte?

En definitiva: ¿estás o te han medido en un conflicto cuyas consecuencias, de no resolverse, pueden perjudicar tu reputación, o provocarte malestar sentimental, o empeorar tu situación laboral o económica?

¿Conoces las 2 estrategias sobre las que has de apostar?

¿Y cuál es la secuencia de 4 frases que has de aplicar en una y en otra para resolver conflictos

¿Te gustaría descubrirlas?

Entonces quédate conmigo.

A continuación, te desvelaré lo que he aprendido en más de 10 años de experiencia y más de 2000 personas tratadas entre clientes y alumnos.

No te lo pierdas, hazme caso…

Estás a unos pocos minutos de encontrar una solución a tu conflicto.

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Por cierto ¿Sabes en qué se equivoca la mayoría de la gente a la hora de aplicar estas 2 estrategias?

No te lo vas a creer, pero es un error tan común que seguro que tú también has caído alguna vez en él.

¿Quieres conocerlo?

Entonces quédate hasta el final. Te contaré en secreto ese detalle que marca la diferencia para resolver conflictos y que te ahorrará muchos disgustos y frustraciones.

Pero, antes que todo, los créditos.

Tengo que dar las gracias a mis alumnos del curso de Comunicación Positiva y Asertividad del Centro de Estudios Económicos y Empresariales de la Universidad de Murcia, porque sus consultas han permitido dar vida al contenido de este vídeo.

Todos mis cursos se desarrollan con la metodología de entrenamiento Óptima.

Ya realizamos varias ediciones de ese programa, con una tasa de satisfacción superior al 85%.

Y a partir de la III edición iniciamos a tratar precisamente el tema cómo resolver conflictos. Algo que me apasiona.

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Pero ahora vayamos a las 2 estrategias para resolver conflictos:

La primera es CONVENCER APELANDO A LOS ARGUMENTOS. 

Se trata de diseñar una línea de argumentación racional y suficientemente sólida, para no dejar margen de duda en tu interlocutor. Y ojo, dijo margen de duda, no margen de contra argumentación. Ten cuidado con no confundir estos términos. Mucha gente lo hace y se equivoca.

Siempre hay que dejar margen de contraargumentación a la otra parte. Lo único es que hay que tener muchos argumentos y saberlos extraer y dosificar según conveniencia, en lugar de bombardear a la otra parte con todo el armamento de golpe.

Muchas personas cometen este error por miedo a no saber cómo controlar y rebatir la contra argumentación de la otra parte. Y lo que obtienen es el efecto completamente opuesto: acorralan a la otra parte que, sintiéndose amenazada, entra a la defensiva y se sale con algo muy impropio, imprevisible, cómo gato panza arriba, llegando incluso a comportamientos impulsivos, de amenaza o huida, descalificaciones y espantadas que te dejarán en mal lugar. Y es ahí cuando la cosa se sale de control.

Al contrario, hay que saber “templar el toro” dosificando los argumentos, para que sus respuestas sean previsibles, y así esgrimir más argumentos, cómo en un partido de tenis donde los deportistas juegan desde fondo del campo preparando la jugada y esperando el momento para clausurar.

Verás, la otra parte ha de sentirse libre y con margen de poder actuar para relajarse hasta el punto en que nuestra solidez acabe prevaleciendo por convencimiento y resistencia. Si te cuesta lograr todo esto y sueles obtener respuestas inesperadas que van a lo personal, no te preocupes, porque la segunda estrategia te ayudará precisamente a hacer frente a esas actitudes más explosivas y descontroladas.

También es posible que esta estrategia te parezca obvia. Si es así, será porque entonces desconoces totalmente la otra y necesitas conocerla. Porque si esta estrategia te resulta obvia y con ella no logras resolver conflictos, será porque tiendes a aplicarla en exceso, incluso donde no es efectiva, y necesitas pasar a una alternativa más eficaz.

Vamos entonces a esta segunda estrategia…

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Ahhh, y si conoces a alguien que tiene miedo al fracaso, al rechazo, a la incertidumbre, al esfuerzo, y sabes que eso le impide lograr lo que se proponga, comparte este documento.

Seguro que puedes ayudarle.

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La segunda estrategia para resolver conflictos:

TANQUILIZAR Y ALIMENTAR LAS EMOCIONES APELANDO A LA BUENA FE. 

Esta estrategia atiende exactamente a lo contrario. A las emociones. Tal vez no lo sepas, pero muchos conflictos, si bien en la parte explícita parecen sostenerse en base a una diferencia de posturas, argumentos y razones, en el fondo se gestan en la parte más emocional. Lo que pasa es que se usa la razón y los argumentos para justificarlo. Pero, en el fondo, una o ambas partes se sienten dolidas por algo que se han tomado en personal.

En este tipo de conflictos la parte más infantil e irracional toma el control. Alguno lo llaman “EGO”, yo prefiero llamarlo infantilismo. No creo equivocarme si te digo que la mayoría de los conflictos de pareja y de trabajo, tienen este fondo, aunque los disfracemos de conflictos del racionales: esto confunde las partes y hace muy difícil resolver conflictos de este tipo. Pero se puede.

¿Quieres saber cuál es la estrategia?

Para desvelártela he de adelantarte una ley básica de la psicología humana:

“No es posible resolver por la vía racional de los argumentos, aquellos problemas y conflictos cuya origen es irracional”.

Lo irracional necesita de soluciones irracionales para resolverse.

¿Y cuáles son esas soluciones?

Piénsalo. A un niño, cuando se enrabieta, no se le calma tratando de hacerle entrar en razón. Posiblemente se enrabiete más. Lo mismo pasa con este tipo de conflictos. La solución pasa por alimentar a ese niño enrabietado con emociones. ¿Y qué emociones? Las que le hagan sentir seguro o segura.

“Nunca hagas razonar a una persona enfadada. Harás que se enfade más”

Y esto puede perjudicar gravemente la relación él/ella y tu posición, ya sea esta tu pareja, tu hijo, un jefe o un amigo o un compañero de trabajo.

El objetivo es reducir la escalada de tensión y malestar dando seguridad y cariño. Mostrando interés por el bien de la otra persona, no porque se calle o deje de causarnos malestar.    

¿Quieres saber cómo se consigue?

¿Quieres conocer el método dialéctico de 4 pasos con el que he ayudado a decenas de personas a mejorar su comunicación?

Bien, se trata de 4 pasos my sencillos y eficaces.

Presta mucha atención:

  1. Reconocer la importancia que tiene la otra persona para nosotros: puedes iniciar por un cumplido, o por una comparación entre nosotros y él/ ella que ponga en un lugar privilegiado a la otra parte. Esto hará sentir a la otra parte que controla la situación y le hará pensar que nosotros no representamos una amenaza para ella.
  2. Manifestar nuestra intención positiva para con esa persona: puedes simplemente transmitir lo que te gustaría aportar a la otra parte, o lo que trataste de ofrecerle con tus acciones, en buena fe.
  3. Decirle a la otra persona lo que quiere oír: aquí puedes usar frases cómo “me encantaría que consiguieras… (lo que quiere la otra parte sin descuentos)”.
  4. Orientar la atención de la otra parte hacia lo que os une y podéis conseguir juntos. Aquí es dónde debes hacer una “llamada a la acción”, orientada a comportamientos que resulten útiles para ambos. Pero ten cuidado, debes de ser propositiv@ y no condicional. Me refiero a que no debes usar el “pero” como condición, porque esto sonaría a  chantaje o manipulación. Más bien deberás usar preguntas propositivas cómo: “que te parece que para lograrlo hagamos…” o “me encantaría que junto a eso, lográsemos también (los intereses comunes que tenéis)”.

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¿Qué te parece este método?

¿Te gustaría aplicarlo y contarme cómo te cambian las situaciones para resolver conflictos?

Me encantaría que además me contaras después los resultados que obtendrás en los comentarios debajo de este post.

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Fíjate: ¿te has dado cuenta?

Acabo de usar la misma técnica contigo….

¿A qué es genial?

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Pero ojo, ¿te gustaría ahora conocer el método de 4 pasos para resolver conflictos con la estrategia de convencer apelando a los argumentos?  

Esto que te voy a decir ahora es importantísimo:  déjame que te lo detalle.

Hay dos motivos por los que es posible que la estrategia de los argumentos no te esté funcionando. Uno es que el conflicto requiere intervenir con la otra estrategia, la segunda. Y otro es que cabe la posibilidad de que estés aplicando de manera impropia esta estrategia de basarte en los argumentos. Porque su aplicación requiere de 4 pasos importantes que has de seguir con mucha precisión, y en la secuencia que te voy a detallar.

¿Quieres saber cuáles son?

  1. Evitar disculparte: tienes que mostrar suficiente seguridad y determinación cómo para transmitir que no estás haciendo daño a nadie; que no eres tú, sino los argumentos. Si te disculparas, estarías admitiendo una parte tuya personal. Y esto llevaría la discusión a un terreno personal. Tienes más bien que poner la responsabilidad en otra cosa que no seas tú. ¿Y qué ese esa cosa? Los datos y hechos objetivos.
  2. Demostrar los argumentos con hechos y resultados: para ello básate en comportamientos, hechos ocurridos, datos y números. No hagas valoraciones, evita adjetivos, no emitas juicios personales. Cíñete a lo ocurrido. Básate en evidencias.
  3. Muestra las ventajas y consecuencias positivas de esas evidencias. Lo que la otra parte gana, ganó o ganará con ello. También has de usar hechos y datos que sabes que la otra parte desea y valora, o apreció en pasado.
  4. Haz una llamada a la acción. Dile a la otra parte que piensas hacer o cómo crees que puedes garantizarle esas ventajas y consecuencias positivas, con acciones futuras. Aquí es cuando has de mostrar mucha seguridad y confianza. Ir al grano y no dudar. Con esa seguridad es muy probable que contagiarás a la otra parte e inclinarás la conversación hacia una solución favorable para las partes.    

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Increíble, ¿verdad?

Ponlo en práctica y dime cómo te irá.

Y si todavía sientes algo de dificultad o quieres alguna aclaración, escríbeme en los comentarios…

Si tienes dudas, hazme las consultas que consideres.

Sabes que leo todos los comentarios y los atiendo.

Incluso puedo crear algún vídeo en futuro para profundizar sobre aquello que me vayas preguntando.

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Y ahora lo que te tenía prometido:

Vamos a ese error que comete la gran mayoría de la gente y que debes de conocer para ahorrarte disgustos….

¿Quieres saberlo ya verdad?

Y cómo sé que esto te interesa, te gusta, y lo necesitas para triunfar…. Apreciarás lo que te voy a decir….

Verás, es tan importante conocer las 2 estrategias, cómo lo es el ser capaz de leer las situaciones para saber cuál de las dos aplicar.

De hecho, por muy bien que manejes ambas estrategias, el hecho de aplicar una al contexto que requiere de la otra, te llevará al desastre más inexorable.

Éste es el mayor y más frecuente error que las personas cometen.

¿Quieres saber cómo evitarlo?

¿Sí?

Así que presta mucha atención a lo que voy a contarte a continuación:

Fíjate en lo que quiere conseguir la otra parte y si hay alguna señal en él/ ella de frustración. La frustración es la clave. Si la otra persona siente que tú, o tus argumentos son lo que están frustrando sus intereses, se lo tomará en personal. Entonces tendrás que optar por la segunda estrategia.

Pero, si no hay señales de frustración en la otra parte, entonces tira por la estrategia 1. No lo dudes.

¿Fácil, no?

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¿Qué te parece todo esto?

¿Cuáles de estas dos estrategias usas con mayor frecuencia?

¿Cuál crees que has de mejorar?

¿Qué consejos míos crees que te van a ayudar más?

Por favor, indícamelo en los comentarios.

Y si quieres saber más sobre los distintos tipos de miedos y cómo superarlos, suscríbete al canal de youtube y dale a la campanita para recibir el aviso.

Y comparte este vídeo con quienes crees que pueden extraer algún beneficio.

https://www.youtube.com/c/Psicolog%C3%ADaTrabajoyBienestar

Tu y yo, juntos, podemos ayudar a más personas.

Un abrazo y hasta la próxima.

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