Mecanismos instintivos que puedes aprovechar a tú favor y que tal vez cometes el error de pasar por alto
Habrás visto en otro blog las 3 lecciones de Hollywood para dejar de procrastinar.
Y tal vez te hayas preguntado cómo aprovechar ese conocimiento a tu favor…
En este blog de detallaré la explicación científica que te permitirá usar tres palancas motivacionales para dejar atrás la procrastinación.
Se trata de cuestiones tan sencillas que cuando descubras su mecanismo de funcionamiento, te resultará muy fácil aplicarlas que no dudo en que te alegrarás de ello.
Tan fácil , que no requiere de estudios previos para comprenderse.
Tanto que verás que hasta los niños lo aplican a diario.
Lo que pasa es que en nuestra educación, poco a poco, desconectamos de ello y se nos olvida a la hora de hacernos mayores.
¿Quieres que te lo cuente?
Vente conmigo…
Lo que vas a encontrar a continuación es el resultado del asesoramiento a mis clientes y alumnos del curso de Organización Personal y Gestión del Tiempo que imparto para la Universidad de Murcia.
https://casiopea.um.es/cursospe//organizacionpersonali.f
Todo sucedió rápidamente y por casualidad…
Llegué a ello buscando una explicación científica sobre qué elementos psicológicos influían en aquellos alumnos que se desbloqueaban y dejaban atrás la procrastinación. Y encontré estos 3.
Y ahí di con la clave.
A ellos he de dar las gracias por permitirme compartir tanta experiencia.
Pero, antes de iniciar… Piensa en alguien que crees que procrastina. Te invito a que le compartas este post ahora mismo antes de seguir. Tú y yo podemos ayudar a muchas personas. Al menos darles ideas: así que te invito a que compartas esto antes de que se te olvide.
Si lo haces te premiaré al final un REGALO que estoy seguro que te va a encantar…
¿Ahora te preguntarás cuáles son estas 3 palancas motivacionales?
- Territorialidad
- Pertenencia
- Recompensa
Aquí es donde voy a darte una argumentación científica a todo esto. Todo tiene que ver con 3 sentidos primitivos:
- Sentido primitivo de territorialidad: en base a ello peleamos o huimos. Por tanto, lucharemos por algo o nos rendiremos.
- Sentido primitivo de pertenencia a una tribu o colectivo social: el apego a las personas y a una tribu hará que nos esforcemos para sentirnos aceptados o evitar el rechazo. Y esto también puede influir en impulsarnos a dejar la procractinación.
- Mecanismo de recompensa y búsqueda natural del placer: no hace falta decirte que cuando procrastinamos es porque sentimos placer y una recompensa inmediata por el hecho de hacerlo. Si usamos este mecanismo al revés, podremos dejar de procrastinar.
Todo apunta provenir de nuestra evolución como animales. Seguimos siendo territoriales por un lado, animales sociales por el otro, y funcionamos en base a ciclos de vigilia y sueño que nos permiten tener acceso a ciertas recomensas.
¿Qué te parece si te contara cómo aplicar estos conceptos a tu organización personal?
Territorialidad: influye a la hora de “arterrizar” una acción en un lugar concreto.
Toda acción que no contextualicemos en un lugar donde la vayamos a realizar, se quedará como mera intención.
No asociar una tarea a un lugar, significa en términos cognitivos, dejarla en suspenso: el cerebro no buscará el lugar ni el momento para realizarla porque no encontrará la ruta cognitiva que asocia esa tarea a un lugar.
Será como decirle a nuestro GPS del coche que queremos ir al bar donde está paquita, pero el GPS ni sabe quién es paquita, ni sabe dónde se encuentra, por lo que no nos guiará hasta ese lugar.
Solo con este pequeño detalle, puedes duplicar tu tasa de conversión de objetivos.
Por esta razón, es tan importante marcar un lugar dónde decidamos hacer la tarea.
Pertenencia a una tribu: la compañía a la hora de realizar una tarea también es importante: toda acción que realicemos en solitario puede que se logre con cierta inmediatez.
Si quieres llegar rápido, ve solo, pero si quieres llegar lejos, ve acompañado.
Las tareas que requieren un largo camino no solo implican un esfuerzo sostenido en el tiempo, sino la necesaria coordinación y colaboración con terceros. Colaborando con otras personas es cómo podemos hacer más ameno el camino sino más eficaz.
Esto se debe al sentido primitivo de tribu, por el que el ser humano aprendió hace miles de años a cooperar para obtener mayor renta de sus esfuerzos: somos programados para cooperar con el fin de superar dificultades y alcanzar metas que, en solitario, no podríamos afrontar.
Por esta razón, toda actividad que nos planteemos realizar con otras personas, predispondrá el cerebro a crear no solo conexiones, sino relaciones sociales alrededor de la meta a alcanzar.
Las interacciones sociales permiten que nos identifiquemos con un propósito social y un sentido del compromiso, que nos ayudará a actuar en lugar de dejar de lado o aplazar esa tarea.
Mecanismos de recompensa: son los que gobiernan nuestras decisiones (todas), desde las más emocionales hasta las más racionales y bien justificadas a través de la lógica.
Por la influencia de estos mecanismos, toda acción que no marquemos con un plazo de ejecución se quedará como un mero deseo.
Al contrario, si a un deseo le ponemos un plazo, se convertirá en un objetivo. Y si tenemos un objetivo, nuestro GPS mental generará una serie de puentes entre dónde estamos y dónde queremos ir, en formato de ideas, posibilidades y estrategias.
Esto se traduce en un importante incremento de conexiones neuronales que harán que nuestro objetivo tenga más peso y asuma prioridad frente a otras actividades.
Me encanta lo que te voy a decir a continuación… ¡cuándo lo descubrí e inicié a aplicarlo, vi los resultados al instante!
Al parecer el cerebro, a la hora de enfocar una tarea, necesita contextualizar un lugar, un momento del día y unas personas asociadas a esa tarea.
En la medida en la que cuidamos de estos tres elementos, el cerebro generará una serie de conexiones neuronales favorables hacia la realización de una tarea definida.
Al contrario, si dejamos esa tarea desconectada, y poco adherida a un contexto, momento, personas, o beneficios positivos que nos proporcione su realización, el número de conexiones neuronales asociadas a esa tarea será menor, lo cual hará que quedará bastante menos presente en la memoria.
Pero no es solo cuestión de memoria, es también cuestión de preferencias. Menos conexiones neuronales harán que la tarea sea menos consistente frente a otras que acapararán nuestra atención/ preocupación. Esto provocará que siempre habrá otras tareas que nos preocupen más y que pasen por delante y a las que acabemos por dar mayor prioridad.
No porque sean más importantes, sino porque simplemente tienen más presencia en memoria u ocupen más conexiones, lo cual hace más rápida y fácil la ruta cognitiva hacia su visualización y posterior ejecución: el cerebro siempre escogerá lo que suponga el menor esfuerzo y el camino más inmediato hacia el placer o la evitación del peligro.
No es una cuestión de importancia. Es más bien una cuestión de conexiones neuronales.
Puede que para nosotros sea más importante recoger los niños del cole. Pero de repente, una llamada nos desvía, nos preocupa y hace que lleguemos 10 minutos tarde. ¿Por qué pasa esto?
No siempre las cosas que son más importantes, presentan un mayor número de conexiones neuronales favorables como para ocupar la prioridad necesaria para cumplirse. Y por eso se procrastinan.
Y no te preocupes por ello. A mí me pasan cosas así con mucha frecuencia. Pero, a la vez que me suceden, me doy cuenta y aplico este método. Así es cómo tú puedes romper fácilmente la espiral de improductividad.
Por eso hemos de ayudar nuestro cerebro a establecer los pasos adecuados.
Simplemente puede que haya cosas que nos preocupen más por la alta activación emocional que nos provocan en un momento, por ser inesperadas, muy placenteras, o suponer un riesgo importante, lo cual “enciende” y refuerza más conexiones neuronales, y hace que pase por delante de otras más importantes, pero menos “urgentes”.
¿A qué es increíble?
Y esto tiene mucho que ver con lo que te conté en otro vídeo sobre las 3 lecciones de Hollywood para dejar de procrastinar…
En Hollywood saben de todo esto: si lo observas, la narrativa de las películas y del storytelling explota estas tendencias del ser humano. Las historias, contadas en base a estos tres ingredientes: el género (o contexto), los actores familiares (o directores familiares), y el guion (o ritmo y orden con el que suceden los acontecimientos), hacen palanca en nuestro sentido primitivo de la territorialidad, puesto sentido de tribu, y nuestros mecanismos de recompensa para que no procrastinemos su visión.
¿A hora bien, quieres un REGALO GRATIS?
¿Te gustaría saber cómo explotar estas 3 tendencias a tu favor, con el fin de reducir tu procrastinación?
Lo que te voy a contar es la primera vez que lo desvelo. Espero le saques todo el partido que se le puede extraer:
- Añade un lugar a la tarea que vayas a realizar y haz que sea atractivo: piensa en qué decorados estéticos de películas que te gustan y pregúntate, ¿cómo puedo cuidar mi decorado para que sea igual de agradable moverme por él mientras hago mis tareas?
Si realizar una tarea no despierta tu interés, tal vez sea hora de:
- Cambiar el decorado
- Cambiar de decorado
Estar en un lugar físico que nos resulte agradable, ayudará la realización de las tareas que tanto aplazamos. Puede llegar a sorprenderte lo productivo que puede llegar a ser para ti llevarte el ordenador a un chiringuito al lado del mar, o ir a una cafetería aislada con ambiente cálido y familiar, trabajar en un lugar muy concurrido donde veas a otras personas atareadas o, al contrario, en un centro aséptico y silencioso: todo depende de tus idiosincrasias.
Prueba varios y me contarás. Todo vale para dejar de procrastinar
- Comparte la tarea con otras personas o cambia tu rol: cómo pasa en las películas escoge el reparto más atractivo. Si no puedes, entonces te planteo otras dos opciones:
- Cambiar de reparto
- Cambiar nosotros de rol
Pero, si no podemos cambiar ni de reparto, ni de rol, entonces tal vez tengamos que apostar en uno de los otros dos factores para que nuestra película sea taquillera, supliendo la falta del factor reparto.
Pero no te preocupes ni sufras por ello: hay muchas películas en Hollywood que se han convertido en taquilleras con actores desconocidos, o con actores que ya habían sido apartados del frente. Piensa en películas como Hulk, Thor, Wonderwoman, los actores eran prácticamente desconocidos. Y piensa en John Travolta cuando hizo Pulp Fiction.
- Marca un momento del día y una duración para la realización: si una tarea no despierta tu interés, entonces será hora de ver:
- Cómo puedes disfrutar más de su realización.
- Qué recompensas darte o pedir para que vuelva a despertar tu interés.
En el primer caso, se trata de retocar los tiempos de dedicación: hacerlos más largos o más cortos, con pequeñas recompensas entre ellos, o todo de un tirón, con una gran recompensa final, según cómo tú crees que funcionas mejor. De esta manera el cerebro, a través de la creación de expectativas y del contenido emocional asociado al deseo de que se hagan realidad, creará una red de conexiones que te permitirá tener más presente la actividad por un lado, y ampliar el deseo de actuar por el otro.
Por esta razón es importante que la tarea que vayamos a realizar:
- Represente un premio o recompensa placentera por el solo hecho de realizarla.
- Nos permita alcanzar una meta placentera o que nos proporcione una recompensa, dentro del plazo que consideramos razonable para mantener el esfuerzo en ella.
Al respecto de las recompensas, ¿conoces el modelo S.C.A.R.F de David Rock? Tal vez te pueda ayudar. Si quieres saber más pónmelo en los comentarios y te prepararé un video con el que te detallaré en qué consiste y cómo puede ayudarte.
Ahora quiero hacerte una pregunta:
¿Qué aspectos de los 3, cuidas más a la hora de planificar tareas, y qué aspecto puedes tal vez mejorar para impulsarte y reducir tu procrastinación?
Cuéntamelo en los comentarios. Quiero ayudarte a dejar de procrastinar.
Si a la hora de planear tus tareas, las enfocas desde estos 3 aspectos, tal vez logres definir claramente dónde harás esa tarea, con quién y para cuando (o durante cuánto tiempo).
En la medida en que añadas estos tres detalles a la historia que quieres escribir (es decir tu lista de tareas), con más facilidad de engancharás a ella, y con más facilidad sentirás la atracción y motivación necesaria para hacerla realidad.
Y tu procrastinación desaparecerá.
Te sentirás un fiera de la productividad.
Imagina ahora afrontar cada mañana con total claridad las tareas que quieres hacer sin un mínimo atisbo de duda.
¿Te sentirías más productiv@ y eficaz? ¿Verdad?
Llegar al final del día con la satisfacción de haber cumplido con lo que te habías propuesto sin remordimientos y culpas por haber dejado desatendido algo.
¿A qué parece magia?
Pues no lo es.
Lo puedes lograr con este método.
Ahora que lo sabes… ¿qué piensas hacer? Me encantaría que me lo dijeras en los comentarios.
Te invito a probar y contarme los resultados.
Y que lo des a conocer a más personas.
Comparte este post en tus redes sociales.
Es gratis, tal y como lo ha sido para ti el acceso a este contenido de alto valor.
Ahora que lo sabes, ha llegado el momento que permitas que otros se beneficien tal y como yo te permití acceder a esto gratis.
Tu y yo podemos ayudar a más personas. Y así crecer juntos.
Ayúdame a llegar a más gente.
No te olvides que este contenido está extraído desde mi curso de Organización Personal y Gestión del Tiempo que imparto para la Universidad de Murcia.
https://casiopea.um.es/cursospe//organizacionpersonali.f
Y al respecto quiero homenajear tu paciencia por haber leído hasta este punto, dándote acceso a un ejercicio con 6 preguntas que te ayudarán a dejar de procrastinar.
Accediendo a este enlace y poniendo tus datos, podrás bajarte el ejercicio.
https://comodejardeprocrastinar.gr8.com/
Si quieres ver el vídeo de este post, accede a mi canal de youtube y suscríbete.
https://www.youtube.com/c/Psicolog%C3%ADaTrabajoyBienestar
Hasta pronto.
