4 Tipos de Acuerdos para Resolver Conflictos

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¿Sabes qué son los 4 acuerdos psicológicos para llegar a un entendimiento con la otra parte y resolver conflictos?

Imagina ir a una comida entre amigos con los que te llevas muy bien y tenéis mucho cachondeo, y de repente sale un tema de política que os lleva a no entenderos y tener que resolver conflictos.

O ir a una junta de vecinos de tu urbanización y volver peleados precisamente con el vecino de al lado con quien hasta ayer estuviste tomándote cervezas en su terraza.

¿Te identificas en alguna de estas circunstancias?

¿Qué tuvo que pasar?

¿Te pasó alguna vez tener que afrontar un problema junto con otras personas y no entenderte con ellos?

¿Qué incluso la relación se viera afectada?

¿Sientes frustración por ello y no sabrías cómo resolverlo?

En fin… los casos pueden ser muchos…

¿Y si te digo que todo esto depende de los acuerdos psicológicos que estableces con las otras personas y sus marcos relacionales?

¿Sabes qué son los acuerdos psicológicos de resolución de problemas y cómo te pueden ayudar para resolver conflictos?

Entonces prepárate porque en esta entrada te voy a desvelar porque sucede esto.

Y qué es lo que puedes hacer para remediar esas situaciones.

Y cómo siempre… hay regalo GRATIS al final.

Antes de iniciar, quiero recordar que el material a continuación es una continuidad de mi curso de Técnicas de Resolución de Problemas que imparto para la Universidad de Murcia.

https://casiopea.um.es/cursospe//tecnicasresolucioni.f

Afrontar y resolver problemas es el principal elemento por el que suelo ayudar a las personas. En este sentido el tema es transversal ya que los problemas pueden tener origen en distintos ámbitos.

En los últimos años he atendido y formado a más de 2500 personas y resolver conflictos es un tema muy frecuente.

Muchas veces el problema es un conflicto con otra parte. Otras, simplemente es algo que tiene que resolver la misma persona consigo misma. Por eso me enfoco en dar herramientas generales aplicables a diferentes ámbitos.

En este caso trataré el aspecto de cuando los problemas afectan las relaciones con otras personas.

Aprovecho este blog para dar las GRACIAS a mis clientes y alumnos por ofrecerme continuamente retos que me llevan a desarrollar modelos de actuación cada vez más precisos y eficaces.

Y este que te voy a detallar, es uno de ellos.  

Pero, antes de iniciar… Piensa dos o tres personas que conoces, con las que compartiste en algún momento la misma inquietud sobre problemas que no consiguen resolver con otras personas cercanas.  Te invito a que le compartas este post ahora mismo antes de seguir. Tú y yo podemos ayudarles.

Tal vez este vídeo sea el que le abra nuevas perspectivas y le ayude a dar un paso adelante.

¿A que estaría genial si esto sucediera?

¿Cómo te sentirías por haber contribuido a semejante logro con tan poco esfuerzo?

Así es cómo me siento yo muchas veces.

Y por eso que me encanta divulgar gratuitamente estos contenidos.

Ese esfuerzo puede significar nada para tí  y mucho para otros. Así que comparte, comparte, comparte, que es GRATIS.

Ayudemos a resolver conflictos.

Verás, aunque no seamos conscientes, todas relaciones humanas suponen acuerdos con otras personas acerca de lo que ambas partes entendemos lícito (cumple el acuerdo) o ilícito (contraviene el acuerdo).

Lo que ocurre es que estos acuerdos la gran mayoría de las veces son tácitos.

Y es más, no solemos tener un solo acuerdo con una persona, sino que tenemos varios acuerdos para resolver conflictos, según el contexto en el que se desarrolla la relación. Por ejemplo, en un contexto lúdico de jugar al Pictionary con los vecinos de casa, el acuerdo tácito acerca de cómo ha de ser la forma de relacionarse será muy distinto del contexto en el que con esos mismos vecinos se esté debatiendo acerca de si pagar o no la derrama para una obra que afecta más a una de las dos partes.

En definitiva, el problema no es descontexualizable del momento y lugar en el que surge. Y la relación que han de establecer las partes para afrontar y resolver el problema ha de ser coherente con ello.

Tú me dirás que todo esto es muy complejo y que habría que estudiar cada problema en sí.

¿Y si te digo que no?

Que existe un modelo que fácilmente te puede ayudar a tener claro en qué tipo de contexto te estás moviendo y que…

… Si logras que la otra parte tenga claro que estáis en el mismo contexto, entonces el problema va a tener solución rápida e inmediata.

Te ahorra tiempo y disgustos.

Y la relación, lejos de verse afectada, incluso mejora…

¿Te gustaría conocer este modelo?

¿Y cómo aplicarlo?

¿Quieres que te lo detalle?

Es muy fácil de entender, incluso para un niño pequeño, aunque las personas no suelen ponerlo en práctica porque cometen en general un error muy grave.

¿Quieres saber también cual es el error que no debes de cometer y en el que cae la gran mayoría de la gente y les impide resolver conflictos?

Te lo voy a desvelar todo

Existen 4 contextos de resolución de problemas que has de tener en cuenta cuando ese problema implica también a otras personas.

De cada uno de esos contextos, derivan 4 tipologías de acuerdo. Es muy importante que las personas implicadas en el problema asuman que están afrontando ese problema desde el mismo acuerdo.

La gran mayoría de las veces, los conflictos entre personas derivan de que las partes tratan de resolver el problema desde posiciones (acuerdos) diferentes. Y por eso no llegan a un entendimiento

Los conflictos y los malos entendidos surgen cuando las partes asumen la relación que tienen desde posiciones (o contextos) de acuerdo diferente. Es decir, una persona piensa que la relación con la otra en ese contexto se basa en una modalidad de acuerdo lúdico-festivo, y la otra piensa que ese contexto la modalidad de acuerdo es de respeto y discreción.

  1. Acuerdo de Autoridad: se aplica a contextos en los que el problema lo tiene una de las partes y la otra tiene la responsabilidad de enseñárselos y notificárselos, pero la responsabilidad de la solución del problema corre a cargo de la parte afectada y no de la parte que la señala. Es el clásico caso de una multa de tráfico. O de la parte de la relación entre alumno y maestro que afecta a la evaluación. Los conflictos que derivan de esta situación se deben a que una de las partes asume que su autoridad se extiende a otras partes de la relación (por ejemplo en lo que se refiere a no aclarar las modalidades de evaluación, o a juzgar a un alumno por cómo vaya vestido o peinado, si esto se aplica a un maestro) o cuando la otra parte pone en discusión el criterio de la otra, pretendiendo anular su autoridad. Para que los problemas se resuelvan en este marco relacional, es importante que las partes asuman que existe una relación de asimetría y que una debe de respetar a la otra, al igual que la otra ha de aplicar su autoridad solo en el contexto de la relación que le corresponde. Porque la relación no se cierra solo a ese acuerdo, sino a otros, cómo por ejemplo el acuerdo de ayuda.
  2. Acuerdo de Ayuda: se aplica también a contextos en los que existe una asimetría entre las partes (una tiene una posición de superioridad) el problema afecta a la parte en condición de inferioridad. La superioridad nunca es moral, sino que se debe a la posesión de recursos, conocimientos o herramientas para ayudar a la otra a resolver el problema. La relación entre alumno y maestro contempla también este escenario cuando es el maestro que tiene la obligación de ayudar al alumno a aprender un contenido y aplicarlo.  Este marco relacional supone un cambio de rol importante respecto al marco de Autoridad. Y las partes no han de confundir una cosa con la otra. La gran mayoría de las veces los problemas entre maestros y alumnos se deben a que al menos una de las partes mal entiende el marco relacional y asume el rol de un acuerdo (por ejemplo el de autoridad) cuando el contexto supone la aplicación de otro acuerdo (por ejemplo ayuda).
  3. Acuerdo de Colaborativo: cuando el problema afecta a todas las partes y la solución puede beneficiar a ambas.  Por ejemplo una junta de vecinos o la organización de una barbacoa entre amigos, o la organización de las tareas domésticas en una pareja. Existe simetría en las partes porque ambas pueden hacer algo para que las cosas salgan y han de responsabilizarse para ello. Los problemas aquí suelen surgir cuando una de las partes o ambas, asumen roles asimétrico: por ejemplo una se impone a las otras decidiendo de manera autoritaria cómo han de ser ciertas cosas, u otra parte trata de eximir su responsabilidad y cargar en los otros el peso de las actividades forzando una relación más propia de ayuda, dentro del marco de entendimiento que las otras partes consideran de colaboración.
  4. Acuerdo Competitivo: aquí también el problema afecta a ambas partes y existe simetría, pero la solución solo puede beneficiar a una. Es el caso de una competición deportiva en la que al final solo puede ganar uno.  Pero esto es aplicable también a los negocios. En estos casos las partes tienen que asumir a qué aspiran que se lleva cada una. Esto no supone la imposibilidad de pasar en algún momento a un acuerdo colaborativo, puesto que la relación puede cambiar según el contexto. Es muy probable que dos partidos políticos estén enfrentados acerca de quien gobierne y quien no, y que en campaña política cada uno compita para prevalecer su programa. Pero en materia de economía, educación y salud pública para hacer frente nacional a una pandemia que afecta a todas las personas, independientemente del partido de pertenencia, debería de suponerse el cambio hacia un marco relacional colaborativo. Queda evidente en este contexto de dónde surgen los problemas y cuando.

¿Qué te parece?

¿Reconoces que algún conflicto que tuviste pudo resolverse de una manera más rápida, económica y satisfactoria si las partes hubieseis entendido más claramente estos marcos relacionales y los hubieseis respetados?

Cuéntamelo en los comentarios y veré como ayudarte.

Ahora bien, imagino, por lo que te he dicho que sabrás cuál es el error que comete la gran mayoría de la gente a la hora de resolver conflictos, desde este modelo…

En efectos es aplicar un marco de relación que no corresponde al contexto en el que se desarrolla la relación. Esto pasa mucho también en la relación entre padres e hijos, cuando todo se suele reducir toda la relación a un único contexto. O cuando sólo se usa el contexto de ayuda o cómo máximo de colaboración, mientras hay situaciones suponen la asunción del marco relacional de autoridad (y viceversa).  

¿Quieres saber cómo evitarlo?

  1. Aceptación en lugar de negación. La verdad que lo primero que hemos de hacer es aceptar que esto suele pasar y no tratar simplemente de evitarlo. Es inevitable que pase.
  2. Educación y entrenamiento. Después, es importante educarse y conocer cómo han de actuar y comportarse las partes de acuerdo con cada marco. Es improbable que una parte exprese un código de comportamiento para un rol por el que nunca ha sido explícitamente educado y entrenado (pensemos en los colegios y las familias).
  3. Adaptación y cambio. Reconocer que una relación no se reduce a un solo marco relacional,  y un solo tipo de acuerdo, independientemente del contexto, momento y lugar, sino que cambian. Las partes han de aprender en este sentido a bascular de un rol a otro según el contexto.
  4. Manifestación explícita. Finalmente explicitar en los momentos de dificultad, en que marco relacional se está, con el fin de facilitar a las partes asumir el rol que corresponde.

Interesante ¿verdad?

Y tú: ¿te has aplicado alguna vez estos puntos?

¿Cuál te cuesta más aplicar para resolver conflictos?

¿Conoce algún otro marco relacional que añadirías a los mencionados?

Si tienes alguna duda, escríbeme en los comentarios y trataré de ayudarte.

Imagina ahora el próximo problema que vayas a afrontar conjuntamente con otras personas…

¿Cómo lo abordarías desde este nuevo conocimiento?

¿Cambiarías algo respecto a antes?

Estoy convencido que si le pones intención, verás los resultados a mejor

Te invito a probar y contarme los resultados.

Y que lo des a conocer a más personas.

Comparte este post en tus redes sociales.

Es gratis, tal y como lo ha sido para ti el acceso a este contenido de alto valor. 

No te olvides que este contenido se basa en mi curso de Técnicas de Resolución de Problemas que imparto para la Universidad de Murcia.

https://casiopea.um.es/cursospe//tecnicasresolucioni.f

Y al respecto quiero homenajear tu paciencia por haber leído hasta este punto.

¿Qué te parece una infografía GRATIS con un mapa mental que te detalla otras 3 maneras de afrontar y resolver conflictos y problemas?

Me encantaría que la tuvieras y me contaras de qué manera la combinarías con este modelo que te he expuesto hoy.

Accediendo a este enlace y poniendo tus datos, podrás bajarte el documento.

https://tecnicasderesoluciondeproblemas.gr8.com/

Si quieres ver el vídeo de este post, accede a mi canal de youtube y suscríbete.

https://www.youtube.com/c/Psicolog%C3%ADaTrabajoyBienestar

Hasta pronto.

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