Cómo Superar la Tríada del Malestar

Tríada del Malestar

3 Estrategias para afrontar eficazmente Dificultades, Problemas y Conflictos

¿Te ha pasado alguna vez de tener una gran dificultad y tratar de afrontarla haciendo lo que humanamente podías, y al final empeorar las cosas?

¿O de tener que resolver un problema y para ello implicar a otra persona que no tenía nada que ver, y al final tener no uno, sino dos problemas? El que no resolviste y el que se generó con esa persona.

¿O de tratar de resolver un conflicto con una persona, diseñando una estrategia perfecta sobre el papel, pero tan ineficaz en la realidad?

Esto sucedió porque tal vez cometiste un grave error: confundir dificultad, problema y conflicto y no tener claro cuál es la estrategia que has de seguir para afrontar uno y otro.

Ahhh, claramente no es la misma…

¿Quieres saber cómo educar tu cerebro a establecer la ruta correcta para resolver cada una de estas tres diferentes situaciones sin fracasar en el intento?

Quédate conmigo,

Me propongo es este vídeo revelarte cómo resolver un error que tu cerebro posiblemente cometes todos los días y que siquiera te das cuenta.

¿Quieres saber cuál es?

Y sobre todo: ¿Quieres saber cómo anticiparte a ello y prevenirlo?

Hoy vas a tener todo esto conmigo…

Y mucho más…

¿Quieres también un regalo con perfume a victoria?

No sabes las ganas que tengo de darte esa sorpresa…

Lo tendrás al final

¿Te gustaría disponer de un GPS mental que te ayuda a identificar la naturaleza de tu malestar y conectarte rápidamente con la solución a ese estado?

Seguro que te ahorraría mucho tiempo y disgustos, ¿Verdad?

E imagina lo bien que te sentaría…

Tendrías bastantes menos preocupaciones y podría vivir más en paz contigo mism@

¿A que estaría genial?

¿Te gustaría sentirte así  de resolutiv@?

Te garantizo que así es cómo se suelen sentir mis alumnos del curso on line de la Universidad de Murcia en Técnicas de Resolución de Problemas al final de la cuarta semana de aprendizaje y entrenamiento con el Método Óptima.

https://casiopea.um.es/cursospe//tecnicasresolucioni.f

Acabamos la segunda edición y el nivel es inmejorable. Después de aplicar la metodología y observar los resultados, he tenido el gran orgullo, por segunda vez, de tener al 100% de ellos que sienten entusiastas y satisfechos con los resultados que han obtenido.

Aprovecho para saludarlos desde aquí y agradecer sus aportaciones y reflexiones. Es precisamente desde la aportación de uno de ellos, durante la última semana, que puedo estar realizando este vídeo.

Vicente, este vídeo va por ti y gracias a ti.

Pero ahora vamos al contenido.

¿Conoces lo que yo llamo la Triada del Malestar?

Si, un conjunto de 3 situaciones que cuando nuestro cerebro la considera como tales, solo provoca confusión, malestar, preocupación y enturbia nuestra mente impidiéndole conectar con la manera adecuada de gestionar esa situación.

¿Sabes cuáles son estos tres elementos?

Seguro que ya lo habrás adivinado…

¡Exacto! ¡¡¡Enhorabuena!!!

Dificultades, Problemas y Conflictos.

Verás, a ti te parecerán todos lo mismo.

Pero… ¿Y si te dijera que cada uno de ellos es diferente y marca una forma de actuación que has de respetar y no confundir, para dar con la solución?

¿Quieres que te lo demuestre?

Antes que todo te invito a pensar…

Recuerdas la última vez que te dijiste a ti mism@: “Sí, pero esto es difícil”

¿Cómo te hizo sentir decirte eso?

¿Qué ocurrió después?

O mejor dicho: ¿Qué no ocurrió?

Interesante,  ¿verdad?

Precisamente eso es lo que pasa: en el momento en qué te dices a ti mism@ que algo es difícil, inician los problemas… una parte de ti trata de evitarlo, otro de afrontarlo rápido y de mala manera para pasar el expediente sin mucho detenimiento, otra lo rechaza, otra quiere esforzarse pero no confía en llegar a buen fin. Y en medio de todo esto se sitúa tu propia moral que te hace sentir una auténtica mierda por no tener el valor o, simplemente, por estar haciéndolo “mal”.

¿Duele todo esto?

¿Qué te parece si iniciamos a tratar esto de una vez y separar conceptos?

Verás, una cosa es que algo sea difícil, y otra que sea un problema. Y otra más que sea un conflicto.

Te desarrollo todo esto y te doy la definición de cada uno.

Verás que esto te tranquilizará bastante y ordenará tu mente hasta niveles que ni tú imaginas.

  1. Dificultad: una dificultad es toda situación que requiere que adquieras un conocimiento que no tienes o que afines una destreza que todavía no tienes o no es madura, para actuar con mayor fuerza, precisión, o velocidad (o las tres inclusive) y así superar esa situación. Normalmente las tres variables son estas: fuerza (mental o física), precisión o velocidad. En definitiva, todo lo que clasificamos cómo dificultad no es otra cosa que la demostración patente, delante de nuestros ojos, de que hemos de mejorar algo. Y que está en nosotros la responsabilidad de poner los recursos para adquirir ese conocimiento o habilidad. La dificultad requiere preparación. Queda claro por ejemplo que resolver un conflicto a lo mejor requiere de que aprendamos a comunicarnos mejor. Pero no por aprender a comunicarnos mejor, resolveremos ese conflicto. Eso representaría un abordaje demasiado superficial. Los conflictos requieren de otra estrategia diferente.  
  2. Problema: es toda situación que requiere que nosotros hagamos algo para que, de dónde estamos, llegar a otro lugar dónde nos gustaría esta. Tan simple y llano. Un problema es una pura cuestión de logística. Todo aquello que consideramos un “problema” no es otra cosa que una situación que requiere que nosotros establezcamos una estrategia de acción, es decir, que apliquemos un procedimiento conocido, o definamos una sucesión de acciones en un orden concreto, para obtener la solución. No tiene nada que ver con la dificultad. Un problema no tiene porque suponer una dificultad. A lo mejor puede suponer sí un esfuerzo considerable. Pero la cuestión no reside en adquirir un conocimiento o una habilidad. No se trata de entrenar para resolver un problema, sino de actuar. El problema requiere estrategia de acción. Ahora bien, queda evidente que si un problema pone en evidencia la falta de una habilidad, se convierte en una dificultad. Pero entonces tendremos que resolver primero la dificultad, y después el problema.
  3. Conflicto: se trata de todo tipo de situación social que implica y afecta necesariamente la relación entre una o varias personas, y cuya solución pasa por la voluntad y el esfuerzo de las partes a encontrar un acuerdo entre ellos, bien cooperando o bien dejando una la responsabilidad a la otra, previo establecimiento de pactos y condiciones.  Un conflicto requiere relación. Un conflicto requiere necesariamente que nos relacionemos con la otra parte para encontrar un acuerdo. De otra manera, estaremos tratando de aplicar el enfoque mental de un problema, sin considerar la voluntad y participación de la otra parte. Un conflicto no tiene que suponer necesariamente una dificultad, aunque puede llevar acompañada toda una serie de situaciones que ponen al límite nuestras capacidades de entendimiento, argumentación, gestión de las emociones, educación, etc. Pero, con diferencia a una dificultad, la prioridad aquí no es adquirir una habilidad, ni aplicar una norma o procedimiento de acción, sino llegar a un acuerdo: dicho de otra manera, por aprender una habilidad o aplicar una sucesión de acciones, no resolveremos necesariamente el conflicto. Tendremos que hacer algo más e ir más lejos. No confundamos las cosas: la responsabilidad está en el acuerdo y en la calidad de la relación que son capaces de estableces las partes para lograrlo.

¿Qué te parece?

¿Se percibe ahora la diferencia?

¿A que es más fácil y sencillo?

¿A que ahora todo se ve más claro?

¿Queda evidente tanto la diferencia entre ellos cómo el tipo de responsabilidad que deriva?

No dudarás de que cada uno de estos escenarios requiere una forma muy distinta de actuar por nuestra parte…

¿La tenías clara antes de conocer esto?

¿Cuántas veces habrás querido afrontar una dificultad con la estrategia de afrontamiento de un problema, o viceversa?

¿O un conflicto cómo si fuera una simple dificultad? Tratando de mejorar tu habilidad, pero no considerando que la solución dependía también de la voluntad de la otra parte de colaborar

Verás, la gran mayoría de los malestares de nuestro día a día proviene precisamente de la Tríada del Malestar y de confundir estos tres elementos y tratarlos desde el enfoque que no les corresponde.

Y ahora que sabes todo esto quiero preguntarte: en tu día a día… ¿Con cuál de estas tres situaciones sueles encontrarte más frecuentemente? ¿Problemas, Conflictos o Dificultades?

¿Y las estás clasificando adecuadamente?

¿Crees que te puede ayudar esta clasificación para solucionarlas con mejores resultados?

¿Crees que esto que acabas de aprender puede agilizar tu forma de actuar y ahorrarte tiempo?

¿Qué problemas o impedimentos le ves a aplicar a tu caso concreto, lo que te acabo de revelar?

Y ahora la pregunta del millón…

Con esta te voy romper los esquemas seguro…

Ese impedimento que le ves… ¿es para ti una dificultad, un problema o un conflicto?  

Y ahora….

Imagina la situación…

Estás preguntando a una persona de éxito y que admiras, cómo logró conseguir algo que a ti también te gustaría conseguir. Esa persona te cuenta durante 10 minutos de su tiempo el resumen de algo que le llevó muchos meses de esfuerzo conseguir. Y al final te anima a intentarlo.

Y a ti no se te ocurre otra cosa que decir: “Sí, pero es difícil”.

Jajaja. No te preocupes, no quiero la perfección. De hecho, a mi también todavía me pasa decirlo.

Pero no es lo mismo decirlo y después darse cuenta y conocer qué hacer para cambiar de enfoque, o no darse cuenta y desconocer cómo sentirte mejor.

¿Quieres que te cuente un secreto?

Te lo voy a desvelar y te va a encantar.

Veras en cuanto te des cuenta… te va a cambiar el día…

O el resto de tus días…

Estoy convencido…

 Tu mente no reacciona igual cuando te dices: “esto es difícil”

Respecto a cuando te dices: “para hacerlo tengo que aprender esto”

Tu mente no reacciona igual cuando te dices: “vaya problema”

Respecto a cuando te dices: “para conseguirlo hay que hacer esto, esto y esto otro”

¿Cuál de los dos supuestos te conecta más con la posible solución?

El segundo, ¿verdad?

Es porque cuenta mucho cómo diriges tu autodialogo.

De ahora en adelante, no te quedes solo con la etiqueta de que algo simplemente es difícil o es un problema: trata de recordar qué supone una dificultad y que supone un problema. Ve más allá del primer juicio superficial. Conecta con la responsabilidad que tú ahora ya saber que implica cada uno de estos escenarios.

Verás en cuanto hagas este cambio…

Tu efectividad cambiará a mejor.

Te sentirás genial y con mucha más fuerza.

Te lo garantizo porque esto es lo que yo veo en mis clientes y en mis alumnos.

Y he podido asesorar a más de mil en los últimos 10 años con este enfoque.

Y ahora que estamos al final, tengo un regalo para ti.

Con esto ganarás bastante tiempo a la hora de afrontar problemas.

Es una infografía sobre tres estrategias mentales para afrontar problemas.

Directamente de mi curso on line de la Universidad de Murcia en Técnicas de Resolución de Problemas.

https://casiopea.um.es/cursospe//tecnicasresolucioni.f

Gratis para ti hoy.

Entra en este enlace, pon tus dados y bájate la infografía.

https://estrategiasproblemsolving1.gr8.com/

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